Las lentes de contacto son uno de los productos ópticos indicados por los optometristas para compensar las deficiencias refractivas de sus pacientes. Están catalogadas como productos sanitarios de adaptación individualizada ya que cada paciente y cada ojo necesita un estudio diferencial y un control periódico.
Actualmente, y gracias sobre todo a la evolución en los componentes utilizados para su elaboración, existen una gran variedad de lentillas clasificadas según su material (rígido o blando), la periodicidad de su uso (diarias, quincenales, mensuales, trimestrales y anuales) y su finalidad (para mejorar la visión o como elemento estético). A pesar de todo esto, hay quienes aún no se deciden a llevarlas, ya sea por desconocimiento de sus ventajas o por mitos adquiridos.
A continuación, destacamos algunas de las ventajas principales de utilizar lentes de contacto y los avances más recientes para acercar los beneficios de su uso a toda la población interesada en portarlas.
Naturalidad: la persona que usa lentes de contacto puede mostrar su rostro sin necesidad de ocultarlo o tener elementos externos como son las gafas. Las lentillas favorecen una imagen y una percepción personal mucho más realista.
Comodidad: las lentillas son aptas para todos los rangos de edad y permiten realizar amplitud de acciones que con gafas serían impensables o dificultosas. Tanto para los niños, como para los adultos, las personas deportistas, activas o con trabajos concretos, las lentillas suponen la solución ideal a sus necesidades.
Variedad: Gracias a los avances surgidos en este campo los últimos años han surgido materiales cada vez más biocompatibles con los ojos y diseños de diferentes tipos de lentillas más personalizadas, como las esclerales (lentes semirrígidas que se apoyan sobre la esclera), las híbridas (con una zona central semirrígida y una zona periférica blanda), las Orto-K (semirrígidas que rectifican la miopía cuando dormimos) o incluso con filtros específicos (por ejemplo, con filtro azul-violeta), entre otros.
Seguridad: al estar fabricadas con materiales resistentes y que se adaptan al ojo con facilidad, las lentes de contacto no suelen caerse ni moverse de la superficie del globo ocular.
Mayor amplitud de visión: al estar colocadas en su correcta posición, las lentillas favorecen la ampliación del campo visual y no solo focalizada en un punto, como sucede con las gafas. Esto permite a su usuario tener una mayor visión periférica, lo que en algunas acciones diarias como es la conducción puede ser muy positivo.
Adecuación a la mayoría de usuarios: las lentillas se adaptan a diferentes graduaciones y problemas oculares, con un especial beneficio para las personas con anisometropía (distinta graduación en cada ojo).
Evolución constante: Gracias a las nuevas tecnologías, existen laboratorios que están investigando el desarrollo de lentes de contacto inteligentes que permitirán controlar la diabetes y otros aspectos de la salud del usuario, dotarnos de capacidad de visión nocturna, poder realizar ‘zoom’ de la imagen que estemos percibiendo o, incluso, realizar fotografías tan solo pestañeando los ojos.
No se empañan ni se ensucian: una de las mayores ventajas de las lentes de contacto es que no se empañan ni se ensucian constantemente como las gafas al estar protegidas de factores externos como los cambios de temperatura, la manipulación, golpes o caídas. Su higienización ha de realizarse con los productos de limpieza y mantenimiento recomendados y prescritos por el óptico-optometrista que haya realizado el estudio de adaptación.
Alternativa frente a la cirugía: debido a su comodidad y a la naturalidad que aportan, las personas que no quieren o no pueden someterse a una operación refractiva de sus ojos, tienen en las lentillas una solución económica y sin riesgos.
Fácil aprendizaje de uso: aprender la técnica para ponerse y quitarse las lentillas conlleva poco tiempo y solo requiere de tener un cuidado especial con la higiene y destreza de las manos y uñas.
Recuerda, antes de utilizar lentes de contacto o si tienes dudas respecto a este producto sanitario, acude siempre a tu óptico-optometrista.
Jorge L. Maguilla Aguilar
Óptico-Optometrista
Colegiado COOOA 3.337
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