Seguramente hayas oído hablar en diversas ocasiones acerca de la presbicia, también conocida como vista cansada. ¿A qué se refiere exactamente este término? ¿Cómo afecta a nuestra salud visual? Debemos remarcar inicialmente que más que una patología visual o enfermedad como tal, se trata de un proceso totalmente natural que sufre el sistema visual con el paso del tiempo y que afecta a nuestra visión a cortas distancias entre los 38 y 48 años de edad, aproximadamente.
Este problema en la visión se debe principalmente a la pérdida de elasticidad de las estructuras oculares que permiten realizar de forma autónoma la función de enfocar las imágenes a diferentes distancias. Como consecuencia, la capacidad de acomodación, que es el proceso por el que enfocamos, disminuye y provoca dificultades para ver de cerca con nitidez.
En personas jóvenes, el sistema visual cuenta con una mayor flexibilidad, pero esta condición se va perdiendo paulatinamente a partir de los 25 años aproximadamente, a medida que vamos alcanzando fases más adultas. De esta manera, llegado a los 38 a 48 años es cuando nos afecta a la visión, provocando una incapacidad de enfoque en tareas que se realizan entre los 35 a 45cm de distancia que definimos como presbicia (del griego πρέσβυς = presbys = viejo, anciano).
La presbicia afecta a nuestra visión a cortas distancias entre los 38 y 48 años de edad
Podemos detectar la vista cansada a través de una serie de síntomas muy reconocibles. Por ejemplo:
Dificultad a la hora de leer, utilizar el móvil, coser o determinadas acciones que requieren una visión cercana. En el caso de la lectura, uno de los principales signos de vista cansada es notar que las letras bailan o resultan borrosas. Esto deriva directamente en sostener el material de lectura más alejado, con el fin de visualizarlo con mayor claridad.
Falta de luz: en algunas ocasiones podemos notar una insuficiencia lumínica aun cuando esta es óptima e incluso al aire libre.
Sentir cefaleas o dolor de cabeza frontal tras leer o teletrabajar durante un largo periodo de tiempo debido al esfuerzo realizados para enfocarlo de manera adecuada.
Las cefaleas o dolores de cabeza son uno de los múltiples síntomas de la vista cansada
Aunque este proceso es inevitable, sí que existen determinadas acciones para retrasar su aparición:
Si pasas gran parte de tu tiempo diario frente a pantallas y dispositivos digitales, descansa tu visión de forma frecuente cada 30 minutos aproximadamente. Una forma adecuada de relajar los ojos es mirar por la ventana para contemplar el paisaje exterior.
Procura pasar un mayor tiempo al aire libre en vez de visualizar televisión, ordenador, tablet, móviles o videoconsolas.
Lleva a cabo una alimentación saludable. Recuerda que lo que comemos es clave para determinar nuestra salud visual. Opta por realizar una dieta equilibrada tomando como base la Mediterránea: vegetales, frutas, frutos secos, aceite de oliva, pescados azules ricos en Omega 3…
Utiliza gafas de sol homologadas de calidad siempre y en cualquier época del año. De esta manera se contribuye a retrasar la presbicia permitiendo una menor incidencia de rayos UV en los ojos y, en general, cuidar tu salud visual.
A través de la dieta mediterránea es posible mantener una adecuada salud visual
Como decimos, aun habiendo aplicado los consejos anteriores es altamente posible que la presbicia o vista cansada aparezca. Sin embargo, esto no debe presentar un problema ya que, actualmente, existen numerosas soluciones para evitar que suponga un impedimento a la hora de realizar las tareas diarias:
Acude al óptico-optometrista: es fundamental visitar al profesional sanitario de atención primaria de la visión para evalúe nuestras condiciones visuales y confirmar que padecemos o no presbicia y nos guíe y aconseje en función de nuestras necesidades.
Gafas de cerca: este punto está claramente relacionado con el anterior. Desecha la idea de utilizar gafas premontadas o pregraduadas y acude a un establecimiento sanitario de óptica para optar por unas gafas graduadas personalizadas. Existen multitud de modelos de lentes oftálmicas que realizan determinadas funciones en base a sus propiedades. Recuerda que la visión es una de las condiciones humanas más importantes y, por ello, no debe ser catalogada como low-cost.
Lentes de contacto: también es posible utilizar este producto óptico sanitario en casos de vista cansada, con el fin de no renunciar a su aspecto y libertad de visión a todas las distancias sin monturas. Consulte con su óptico-optometrista si decide usar lentes de contacto. Podrá optar por lentes de contacto con sistema monovisión o con sistema multifocal.
Recurrir a la cirugía con láser o con lensectomía refractiva en donde se implanta una lente intraocular multifocal, similar al que se utiliza en las operaciones de cataratas. En este caso debe ser el oftalmólogo quien valore cada paciente para establecer qué tipo de operación es la más adecuada para él.
Lentes de contacto o gafas graduadas son dos de las opciones para compensar los síntomas asociados a la vista cansada
Recuerda, ante el mínimo indicio de presbicia o vista cansada, no dudes en visitar al óptico-optometrista para que pueda detectarlo a través de un examen visual y te informe sobre el momento y las opciones de compensación según tus características, preferencias y necesidades personales.
Jorge L. Maguilla Aguilar
Óptico-Optometrista
Colegiado COOOA 3.337
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